miércoles, 15 de abril de 2020

CAMBIO EN LAS ESTRUCTURAS EDUCACIONALES, UN IMPERATIVO DE LOS TIEMPOS.

¿QUÉ PASA CON NUESTRA EDUCACIÓN? IDEAS PARA UN CAMBIO NECESARIO.

Nuestra educación chilena está en crisis. La excesiva intrusión de las políticas partidistas en los procesos educacionales, han llevado durante los últimos años, al aparato gubernamental a tomar decisiones que la afectan.

Es reiterativo escuchar a la autoridad gubernamental anunciando medidas para el mejoramiento de la calidad de lo que se enseña sin que se obtengan resultados en consecuencia.

Cada propuesta de cambio, va acompañada de recursos para implementarlas los que se pierden sin que hayan podido recuperarse.

Muchos son los factores que implican estas medidas. El más importante es la intervención desde hace años, de los sistemas  tecnologicos en todas las esferas del quehacer humano, generando cambios profundos y radicales tanto en las estructuras como en las formas que se requieren para su implementación.

Imperceptiblemete, los subsistemas tecnológicos se van apoderando de todo aquello que concierne a la persona que lentamente es desplazada por el recurso tecnológico que llegó para quedarse.




No hace mucho, cerca de 1975 se inauguró el primer ferrocarril subterráneo en Santiago, al que se le denominó metro. Los seres humanos, cual hormigas, comenzábamos a palpar y apreciar las ventajas de desplazarnos subterráneamente.

Ambiente limpio, rapidéz en el desplazamiento, comodidad del sistema de transporte, fueron las primeras cualidades que conquistaron al habitante de Santiago las que contrastaban significativamente con el desplazamiento en superficie.

Se implementó un sistema de pago e ingreso a los andenes por donde circulaba el metro novedoso y cómodo. En las boleterías había que comprar un boleto que se introducía en una máquina que lo procesaba y permitía que pudiésemos correr la pasarela e ingresar al andén.

Aumentó el flujo de personas que preferían desplazarse en este nuevo medio de transporte, lo que generó en horas de alta afluencia, aglomeración en las boleterías. Se implementó entonces un boleto que permitía su uso hasta en 10 viajes. A este boleto el uso popular le denominó como "boleto inteligente".

Pocos repararon en aquel entonces que en nuestro paso por el colegio, se nos enseñaba que la especie animal "ser humano" había logrado supremacía por sobre el resta de las especies que habitaban en la tierra por su "intelecto".

Más rápido que lo que demora el obturador de una máquina para fijar una imágen, el intelecto que nos otorgó primacía entre las especies animales, el inconsciente humano, se lo había asignado a un boleto de metro.

Hoy hablamos de la estación intermodal del metro (línea 6). Todo se controla mediante sistemas computarizados sin la intervención presencial de personas ni siquiera para la venta de tarjetas BIP. Mayor comodidad para el usuario, al generalizarse este nuevo sistema, ¿qué será de las personas que trabajan atendiendo personas? ¿Tendremos que esperar a que una máquina nos diga qué hacer? En fin ya comenzamos a acostumbrarnos, total es más cómodo.

ALGO MÁS SOBRE LA INTERVENCIÓN TECNOLÓGICA

Cabe hacer recuerdo de lo que acontecía frente a las ventanillas de cobro y pago en las instituciones bancarias.

En los momentos de mayor afluencia, comenzaban a agolparse las personas frente a las ventanillas a la espera de ser atendidas. No existía el "saque aquí su número de atención" ni nada parecido. Cada uno de los que estaba sabía antes de quién o después de quién le correspondía su turno y ésto se respetaba, aunque no faltaban los distraídos u oportunistas que provocaban más de algún altercado.

Luego se crearon filas, en los momentos críticos eran un caos. A veces las personas no sabían en qué fila les correspondía.

Bendita tecnología, aparece el "retire su número" por un tiempo vino la calma, pero faltaba lo mejor,...atención clientes y no clientes...más aún, hay que ingresar rut y número de cuenta del cliente además de la clave de usuario y luego a sentarse y esperar a que se cambie el número del visor al frente y se prenda el suyo.